Florencia se ha convertido en mi ciudad preferida del mundo: sus calles, sus monumentos, su comida…
Me encantaría poder vivir una temporada ahí en un futuro porque me dejó impresionada. Recuerdo la sensación que tuve cuando vi el Duomo (Catedral de Santa María del Fiore) por primera vez, ya la había visto por fotos anteriormente, pero al verla en persona fue inolvidable. Su fachada, sus colores, su escala… al lado de ella te sientes diminuto.
Recuerdo ver unas casas enfrente del Duomo y pensar la suerte que tenían esas personas de poder levantarse todos los días con esas vistas.
Por otro lado, sus calles y sus puentes son espectaculares, me encantaría poder ir una tarde con un cuaderno a dibujar en uno de sus puentes hasta que el sol caiga. Los atardeceres en Florencia son muy bonitos, por no hablar de la comida italiana 🙂
Otra de las cosas que me dejo asombrada fue ver al David de Miguel Ángel en persona. Cada detalle está minuciosamente cuidado y el resultado es increíble. Además, tiene unas dimensiones enormes. En resumen, se puede apreciar el gran trabajo y dedicación que hay detrás.
Desde mi más sincera opinión, si tienes la oportunidad de viajar, tienes que visitar Florencia al menos una vez en tu vida. ¡Te aseguro que no te vas a arrepentir!